Consejos para correr con pulsómetro
En la actualidad los relojes deportivos se han convertido casi en entrenadores personales que nos indiquen cómo y cuánto entrenar. Te damos unos consejos para sacarle el máximo partido a tu pulsómetro.
1.- Si estás tomando cualquier tipo de medicación, primero debes consultar a tu médico la conveniencia de realizar ejercicio físico, y de hacerlo, si resulta adecuado el uso del pulsómetro. Por ejemplo, en el caso de padecer hipertensión tratada con medicación debes saber que las pulsaciones se encuentran alteradas, por lo que el pulsómetro tan solo debe emplearse como referencia y hacer más caso a tus sensaciones personales; por ejemplo, que puedas mantener una conversación mientras te ejercitas.
2.- Todos los pulsómetros, incluso los de última generación, emplean la fórmula de 220 menos la edad para obtener la frecuencia cardiaca máxima y, a partir de ese dato, establece las diferentes zonas de pulsaciones para las sesiones de entrenamiento; de ahí que resulta imprescindible introducir correctamente tu fecha de nacimiento. Si averiguas, mediante una prueba de esfuerzo, tu frecuencia cardiaca máxima real y la introduces como dato, entonces las zonas de trabajo que te propone tu pulsómetro serán mucho más acertadas.
3.- Otros datos como la talla y el peso también resultan imprescindibles para el correcto cálculo del consumo de calorías, del VO2 y otros. Por eso, debes actualizar en tu pulsómetro dichos datos cada mes, aproximadamente.
4.- Los pulsómetros de última generación son capaces de planificar tu entrenamiento, pero para que dicha planificación sea adecuada a tus circunstancias personales debes ser realista con los objetivos y disponibilidad que marques en el aparato. Además deberás realizar frecuentemente los test relacionados con el nivel de condición física y recuperación (ownzone y ownindex), para que pueda reajustar las zonas de entrenamiento en las que te va a recomendar correr.
5.- Si tu pulsómetro tiene la función de planificación del entrenamiento por objetivos (mantenimiento, mejora o maximizar), el reloj te marca la tipología de cada sesión y, sobre todo, las pulsaciones de referencia, avisándote mediante signos luminosos o auditivos si debes aumentar o disminuir el ritmo de carrera. Luego, en la agenda, se puede comprobar si vas cumpliendo con tus sesiones de tal manera que adquieres una especie de compromiso con tu entrenador personal, reforzando tu motivación y ayudándote a ser perseverante.
6.- La ventaja de esta práctica función es que te olvidas de pensar si lo mejor para alcanzar tus objetivos es entrenar más o menos, si necesitas hacer cambios de ritmo o incluso series, etc, y es que el propio aparato te va ordenando lo que tienes que hacer, y tú solo tienes que seguir sus instrucciones.
7.- El descanso, la recuperación y el sueño forman parte de cualquier programa de entrenamiento, sin embargo muchas veces se pretenden objetivos demasiado ambiciosos para las circunstancias personales de cada uno, y es que un deportista que trabaja mucho, descansa poco y además tiene demasiado estrés, está condenado a quedarse estancado e incluso a sufrir un estado de sobreentrenamiento. Por eso encontramos de gran utilidad la función presente en algunos pulsómetros para averiguar el nivel de relajación / recuperación.