Vas a tener que correr, no te va a servir sólo con leer esto, y también deberás adaptar esta teoría a tus posibilidades físicas. Pero con tres simples ejercicios puedes mejorar tu velocidad en tiempo récord. La clave para correr más rápido es doble: por una parte hay que hacer más fuerza con el pie sobre el suelo, y por otra disminuir el tiempo de contacto del mismo. Haz esto para ponerlo en práctica.
Según la página aula2.el-mundo.es, “las pruebas de velocidad y las de fondo tienen características diferentes a la hora de entrenar. La velocidad es la capacidad para recorrer una distancia corta (hasta 400 m.) en el menor tiempo posible. Es una cualidad imprescindible no sólo en el atletismo, sino también en los deportes de equipo, como fútbol, baloncesto, béisbol.
Durante el proceso anaeróbico se produce ácido láctico, un producto de desecho que ocasiona gran fatiga y dolor muscular e imposibilidad de continuar a ese ritmo. La frecuencia cardiaca en estos esfuerzos máximos supera las 180 pulsaciones por minuto (ppm) y puede llegar a la máxima, que se calcula restándole a 220 la edad del atleta”.
“El entrenamiento de velocidad se basa en series de distancias cortas con un tiempo de descanso entre serie y serie también corto. En iniciación el número de sesiones semanales puede ser de cuatro, dedicando la primera media hora al calentamiento, importantísimo en velocidad para evitar lesiones. A continuación se realizarán 8 o 10 series de 100 metros a un ritmo creciente. Tras las series es importante el trabajo con pesas para desarrollar la fuerza. Para terminar, elongación”.
Ejercicios y sugerencias
1- Saltos dobles y progresión: Colócate con los pies juntos y salta hacia delante haciendo hincapié no en la longitud del salto, sino en despegar lo más rápidamente posible. Haz de 4 a 6 series de metros.
Recupera volviendo al sitio donde comienzas la series caminando y estira exhaustivamente al acabar este tipo de entrenamiento de multisaltos.
Dos o tres veces a la semana tienes que hacer velocidad. Haz de 4 a 6 series de entre 100 y 150 metros en las que hagas la última mitad de la distancia a tu máxima velocidad.
Si no eres capaz de terminar a tope haz un poco más corta la fase en la que vas a toda velocidad.
2- “Pies rápidos”
Otro tipo de trabajo altamente beneficioso para ganar velocidad es la carrera con "pies rápidos". Imagínate que has de correr sobre ascuas, de modo que el contacto del pie sea lo más breve posible, pisando sólo con el antepie.
Una manera interesante de hacer este trabajo es intercalándolo en tu carrera normal: cada 2 km puedes hacer de 50 a 100 "zancadasveloces" elevando rodillas a tope como si el suelo quemara y tocando el suelo el menor tiempo posible.