La ingestión de bebidas energéticas permite un reavituallamiento correcto sin trastornos digestivos, mientras que la de sólidos quedará limitada a determinadas situaciones.
Las bebidas deportivas isotónicas o hipotónicas con carbohidratos (polímeros de glucosa) por lo general son útiles ya que sirven para reabastecer las pérdidas de líquido y prevenir la deshidratación, además de suministrar carbohidratos. Se han de evitar las bebidas con mucha fructosa, ya que no se absorben tan rápido como la sacarosa, glucosa o los polímeros de glucosa y pueden causar diarrea.
La dosis estándar de carbohidratos que se recomienda en las puebas deportivas cuya duración sea superior a los 90 minutos es de unos 30 a 60 gr de carbohidatos cada hora. La inclusión de sodio (0,4-0,7 g por litro de agua) así como de otros electrolitos resultará adecuada cuando la actividad deportiva dure más de una hora.
Se recomienda empezar a ingerir este extra de carbohidratos antes de sentir fatiga, después de unos 30 minutos de actividad y se repetirá la ingesta tras un intervalo de tiempo similar. Estas bebidas son capaces de suministrar hasta un 30 a 40 % de la energía que se necesita en una competición prolongada, como la de una carrera de maratón o una etapa de ciclismo.
Los líquidos deberán consumirse algo más fríos que la temperatura ambiente (ente 15-22ºC) pero se evitarán los líquidos excesivamente fríos. Asimismo no son remendables la bebidas excesivamente dulces, ya que aumentan la sensación de sed, así como tampoco son remendables las bebidas carbonatadas que retrasan la hidratación.
Además en aquellos deportes que superen en su duración ampliamente este tipo de actividad competitiva real, como puede ser el ciclismo, deben añadirse proteínas de alto valor biológico para la reposición del músculo desgastado.