¿Quieres seguir comiendo sano en verano adaptándote a los productos de temporada? Aquí tienes los mejores secretos de la dieta veraniega:
1. Cien calorías menos por día. Tres trucos sencillos para lograrlo: menos queso en las pizzas, sustituir el embutido del bocadillo por vegetales y aliñar las ensaladas con spray para el aceite en vez de chorro.
2. En platos pequeños. El tamaño y cantidad de alimentos influyen en lo que comes. Si usas boles pequeños para la ensalada o platos de postre, sentirás que el volumen de comida es mayor. Así te servirás la ración justa de cada uno.
3. Sano a deshoras. Si quieres ‘picotear’, utiliza tortas de cereales, colines de pan o palomitas de maíz caseras. También puedes elegir encurtidos a la vinagreta o algún aperitivo de pescado (mejillones, berberechos, salpicón…)
4. Dulce no es igual a azucarado. Las especias como el clavo y la canela, elegir alimentos más dulces, como frutas, y cocciones largas te servirán para acentuar el sabor dulce sin necesidad de azúcar o miel.
5. Fruta y más fruta. Cinco piezas al día son las aconsejadas por la OMS. Puedes tomarlas frescas, en zumo, macedonia, ensalada, compota… ¿Por qué siempre de postre, cuando están ricas a todas horas?
6. El germen de todo. Si añades germinados en las ensaladas mejorarás tu digestión y conseguirás poco a poco un vientra plano. Pruébalos en tortilla, sopa o como guarnición de un segundo.
7. Fuera flatulencias. Las verduras más flatulentas (y que hinchan tu abdomen) son la lechuga, la alcachofa, las coles, el brócoli, el pepino, la cebolla y el rábano. Ojo también a la pasta y pan no integrales.
8. Intégrate. Toma pan, arroz, pasta y galletas integrales, más ricas en fibra y vitaminas. El estómago estará lleno durante más tiempo y mejorarás tu tránsito intestinal.
9. De postre, infusión. Manzanilla, anís, poleo, canela, melisa o regaliz ayudan a la digestión. Deja la fruta para después.
10. Lo mejor, el agua. Una gran idea porque es el mejor diurético y depurativo.